Musicoterapia: música medicinal

La musicoterapia es el uso de la música y sus elementos musicales (sonido, ritmo, melodía y armonía) realizada por un musicoterapeuta calificado con un paciente o grupo, en un proceso creado para facilitar, promover la comunicación, las relaciones, el aprendizaje, el movimiento, la expresión, la organización y otros objetivos terapéuticos relevantes, para así satisfacer las necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas. La musicoterapia tiene como fin desarrollar potenciales o restaurar las funciones del individuo de manera tal que éste pueda lograr una mejor integración intra o interpersonal y consecuentemente una mejor calidad de vida a través de la prevención, rehabilitación y tratamiento.

Actualmente la musicoterapia como disciplina de Salud se ha extendido alrededor del mundo. Hasta la actualidad, se han desarrollado carreras de grado y post-grado en: Europa (Alemania, Austria, Dinamarca, Italia, Francia, Hungría, Polonia, Reino Unido, España e Israel); Asia y Oceanía (Korea, Tailandia, Finlandia y Australia) y el Continente Americano (Estados Unidos, Canadá, Brasil, Colombia, Cuba, Puerto Rico, Venezuela, Uruguay, Perú, Argentina, México y Chile)

España ha sido un país que tradicionalmente se ha mantenido muy a la zaga en el impulso y desarrollo de esta Terapia, si bien se ha limitado a determinados estudios, pruebas experimentales o desempeño aislado de ciertas personas. En Barcelona surge en el 1976 la Asociación Española de Musicoterapia con el Prof. Dr. Joan Obiols Vié.

La musicoterapia se desarrolla profesionalmente tanto en el ámbito público como privado, en abordajes tanto grupales como individuales.

 

Estimulación a niños con Síndrome de Down mediante la musicoterapia.

Música para bailar en la discoteca por la noche. Música para seguir bailando en la discoteca, pero ya por la mañana. Música como acompañante de viaje en el coche. Música para empezar el día de buen humor. Música para dormirse. Música para reír. Música para aprender. La música para ganarse la vida. O música por sí misma, porque sí. O música para ayudar. ¿A quién puede ayudar la música? La respuesta es tan múltiple como los usos de este arte, pero a bote pronto surge una respuesta: a los niños con necesidades educativas especiales. O sea, la música como terapia. O lo que es lo mismo, la musicoterapia. Dice el Diccionario de la Real Academia: «Musicoterapia: Empleo de la música con fines terapéuticos, por lo general psicológicos». Esa es la teoría. La práctica, en Cáceres, tiene varias referencias. Una es el máster que imparte el CEIM (Centro Extremeño de Investigación en Musicoterapia). Y otra, la última conocida, tiene que ver con la Escuela Municipal de Música y Artes Escénicas, que a falta de un lugar mejor, tiene su sede en un desvencijado inmueble en la céntrica calle Gómez Becerra. En un afán por ampliar su lista de opciones, el centro ha decidido incluir a la musicoterapia en su oferta formativa. Y lo ha hecho incorporando a dos estudiantes del máster que desarrolla el CEIM. Son dos chicas que se encargan de dar sentido a esa definición del DRAE, de demostrar el valor de la música como elemento terapéutico. Durante un tiempo, las dos han acudido a las clases y han analizado cómo podría ayudar esta disciplina del arte a los niños que presentan necesidades educativas especiales. De momento, es la aplicación fundamental de la musicoterapia en la Escuela Municipal. Pero la intención es llegar más allá. «Es una herramienta más, que pueden beneficiar a cualquier alumno», asegura Jorge Suárez, uno de los profesores. «La musicoterapia es un apoyo para solucionar problemas, y más aún en estos tiempos, con los ritmos de vida actuales». En el caso de los alumnos con necesidades educativas especiales, los beneficios pueden resumirse en una normalización de su estancia en la clase y en la relación con sus compañeros. «Les ayuda a integrarse en la clase, a luchar contra la dejadez o el pasotismo», explica Jorge Suárez.Múltiples instrumentosLa musicoterapia interactúa con cualquiera de las disciplinas que se imparten en la sede de la calle Gómez Becerra, donde suenan, entre otros muchos instrumentos, la guitarra eléctrica, el piano, el contrabajo, el bajo eléctrico o el chelo.Además, desde este curso, también ofrece la posibilidad de estudiar en la Escuela Oficial, con una titulación reconocida por la administración. Ofrece flauta de pico y travesera, trompa, trompeta, violín, percusión, saxofón, tuba y piano, entre otros. Y otro instrumento distinto, lo mismo para niños que para mayores: la musicoterapia.

 

 



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